OTRO CAFÉ A LAS 6.....

Se mira en el espejo apresurada antes de salir.Se retoca los labios con un pintalabios rojo a la vez que se esconde tras sus enormes gafas oscuras. Recoge apresurada el llavero con sus iniciales y repasa con su mirada angustiada asegurándose que todo queda en orden antes de salir.Él está a punto de llegar.

Sale del portal mientras un sol tenue de otoño intenta,en vano,acariciar su rostro mientras cruza la calle y entra en el bar de enfrente.El mismo donde cada tarde se tomaba un café y un respiro a la misma hora en la que él entraba en un motel barato y sucio de carretera a entregar sus besos apresurados,mezclados con un poco de sexo fugaz y falsas promesas.

Se sienta en una mesita de color caoba junto a la ventana.Desde allí podrá verle,se dice a sí misma mientras llama amablemente al camarero para que le sirva un café.Acaricia lentamente el borde de la taza con su dedo índice,para asegurarse que está bien caliente,a la vez que con la otra mano,y casi sin mirar,busca en el interior de su bolso la pitillera plateada ,con las iniciales de él grabadas.

-Esto es lo único bueno que me quedará de ti,cabrón.-murmura

Él llega a presurado al portal,introduce la llave en la cerradura y mira a ambos lados de la calle. Parece inquieto,pero en realidad es un gesto mecánico e inútil que lleva haciendo toda la vida.Ella lo sabe.

El café ya no humea.Da un breve sorbo para asegurarse de que está lo suficientemente caliente para poderlo tomar,pero lo bastante frío como para que no le lastime los labios.No,acaba de retocárselos y piensa que sería una lástima derrochar así un pintalabios Channel que robó de su chaqueta.Un presente que no era para ella.Él jamás lo echó en falta,no sabe si por vergüenza o por temor a ser descubierto.Ella cree que por vergüenza,siempre fue un maldito cobarde que no supo mirarle a la cara para decirle la verdad.Al menos eso hubiera dolido menos.

Él sale de nuevo del portal,parece nervioso e inquieto.Ella sabe que ha leído la nota,sonríe levemente mientras expulsa lentamente el humo de un cigarro a medio fumar.El sonido del teléfono interrumpe sus momentos de paz y regocijo.Es él,pero no va a cogerlo.Decide enviarle un mensaje mientras se sube las solapas de su abrigo,ocultándose.

"Querido,no voy a volver nunca más.Lo sé todo...Por cierto,llama a los bomberos que tu precioso Mercedes arde en el garage."

Deja unas monedas sobre la mesa,junto a su alianza de oro blanco y sale airosa y sonriente del bar.El sol brilla más que hace diez minutos,al menos eso cree ella.Al salir,el camarero la llama desde la mesa.

-Señorita,se olvida esto....-mostrando el anillo.

-Puedes quedártelo...junto con mi antigua vida.-le dice mientras se acerca y le besa en la mejilla.

-Señorita....no entiendo nada.-dice estupefacto el camarero.

-Ni yo.Pero me ha hecho muy feliz todos estos días...-

-Yo sólo sirvo cafés,señorita.-

-...Y además me ha hecho olvidar.¡Adiós!-