Hola de nuevo a todos!!!He andado un poco liado y casi olvido que tenía todo este tinglado abandonado.De todas formas tampoco es que me halla pasado algo grande de verdad.Sigo jugando al Euromillón por si acaso,pero sigue sin acabar de tocar.
Bueno en realidad voy a escribir este post para dedicarsélo a Manuel y a Linda.Son dos clientes míos de la tienda y llevan la tira de años viniendo a verme y la verdad es que nos queremos mucho.La historia de ellos es de esas que me fascinan tanto,esas de gente desconocida que caminan por la calle pasando desapercibidos pero esconden una gran historia.Manuel y Linda son portugueses.Él era funcionario de prisiones además de ser hijo de un gran empresario portugués.Se enamoró de Linda casi por casualidad y aunque ella había salido de un matrimonio turbio decidió embaucarse de nuevo en una historia de amor.El padre de Manuel se enteró y no le hizo ni pizca de gracia y decidió desheredar a Manuel.Ambos decidieron dejar todo atrás y marcharse.Tanto es así que Linda dejó atrás a sus dos hijos,la custodia la tiene su padre porque Linda no tenía el dinero suficiente para un abogado.Y acabaron aquí.Aún recuerdo cómo llegaron.Casi con lo puesto y viviendo en una casa abandonada que hay junto al pinar.Me pidieron un poco de pan,nada más.Algo que poderse llevar a la boca ese día.Y a día de hoy seguimos juntos.Nos cogimos cariño muy pronto,la verdad.Aun recuerdo como me sonreían cuando un día paseando por el pinar me invitaron a tomar un café con ellos en su humilde chabola.Al principio fui un poco reacio,la verdad,me daba palo pensar que el café que me ofrecían se lo estaban quitando de desayunar .Pero era una oferta sincera,de corazón,y haber dicho que no hubiera sido una falta de respeto.Yo desde mi posición les ayudaba en lo que podía,unos días un poco de pan,otros leche,o magdalenas.A veces Linda me pedía un sigarrro,como ella decía.Porque a pesar de llevar aquí ya diez años,no hay manera de que ella hable una pizca de español.Otras,en cambio me daban alguna carta para que se la llevara al consulado que está en Salamanca y me pillaba de paso.
Poco a poco las cosas les fueron favorables y comenzaron a prosperar.De la casita abandonada pasaron a un piso en el pueblo y ella encontró trabajo.Hizo amigas con las que tomaba café por su cumpleaños y a los que también me invitaba porque era un día después que el mío.Yo nunca la regalaba nada porque no sé qué se puede regalar a una señora de cuarenta años,pero le llevaba una cajita de pastas surtidas y se ponía la mar de contenta,comiendome a besos y abrazos mientras me llamaba Rafita(no sé por qué me llamaa así la verdad,será por mi hermano).Ella me regalaba cositas que hacía Manuel como un marco de cerillas,una figurita hecha con una nuez....que he de reconocer que a parte de curioso,me hacía mucha ilusión.
Con el tiempo les he cogido mucho cariño,la verdad.Y les quiero dedicar estas lineas porque están en crisis y ella se ha ido a Portugal una temporada para pensar y Manuel se ha quedado solo aquí.El otro día le ví antes de coger el bus y estuve sentado en el andén con él y me dio mucha pena.Estaba un poco borracho pero me dijo que un hombre solo,acaba por lanzarse a la bebida y los bares de forma irremediable.Espero que se reconcilien pronto y poder disfrutar pronto de nuevo de su compañía que les echo de menos,aunque se que nunca leerán este post.Pero no es necesario que lean algo que ya saben,y es que les aprecio un montón.
Me despido no sin antes enviarles a todos unos besos y abrazos varios.
Hasta la próxima,o no,quién sabe.
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